Desde hace algunos años que las cuestiones ambientales se presentan como el gran tema para la arquitectura. La inminente escasez de recursos naturales y la concientización sobre los daños ambientales de la industria de la construcción han obligado al campo profesional a posicionarse y desarrollar soluciones que mitiguen el impacto de su área de actuación en el planeta. El desarrollo de nuevas tecnologías que permitan materiales más sostenibles es fundamental, pero este incentivo puede (y debe) partir desde el punto inicial de la práctica arquitectónica: el proyecto.
En términos prácticos, es posible aplicar los conceptos de economía circular en la construcción. Este propone que los materiales, residuos y recursos se reutilicen y que su uso sea duradero y susceptible de reutilización en caso de desmontaje o demolición. Se exploran diversos materiales y procesos sostenibles en el campo de la construcción, aunque su aplicación aún es incipiente a escala global.
Parte del desarrollo y uso de materiales que puedan ser reutilizados y reciclados depende de la inversión e investigación de las empresas del sector de la construcción, por lo tanto, es fundamental que los profesionales que los especifican exijan la sostenibilidad en el proceso constructivo. Esta posición depende del estudio y cuidado con el contexto en el que se construye. La inclusión de directrices sostenibles en la práctica proyectual es indispensable para la asimilación y demanda de dichos preceptos en el mercado de la construcción.
Por lo general, las investigaciones de materiales sostenibles y regenerativos se desarrollan en las universidades en colaboración con algunas empresas, y -no es sorpresa- resultan más económicas y rentables. Además de reducir el impacto ambiental de las construcciones, o dar destino a los escombros o residuos excedentes, fomentan lo que podría considerarse una "evolución" tecnológica, en el sentido creativo de ampliación de posibilidades y soluciones para determinados problemas. En esta perspectiva, la enseñanza del proyecto se vuelve esencial en la difusión y refuerzo de un pensamiento ambientalmente responsable, lo que (se espera) llevaría a profesionales más conscientes y activos en la propuesta y aplicación de dichas soluciones. Es decir, el período de graduación sería el punto de partida más propicio para la inclusión del concepto de circularidad en el proceso proyectual. Pero no el único.
Las oficinas de arquitectura pueden "hacer el papel" de las universidades y colaborar con la industria de la construcción en la investigación y desarrollo de nuevos materiales. De hecho, este tipo de asociación ya ocurre: Renzo Piano desarrolló un ladrillo de vidrio especialmente para el proyecto de la Maison Hermès en Japón, para que la fachada acristalada fuera resistente al fuego y los terremotos. El caso de la Maison Hermès no es necesariamente sostenible, pero sirve como ejemplo de proyecto-investigación, lo que parece fundamental para la exigencia, desarrollo y aplicación de la economía circular en la arquitectura.
Es cierto que una oficina de la envergadura de Renzo Piano Building Workshop permite una actuación más significativa junto a fabricantes para el desarrollo de un nuevo material. El punto relevante del ejemplo anterior es que las oficinas no deben eximirse o quedar fuera de las opciones creadas para el mercado. Tampoco los clientes están excluidos de esta posición: es necesario que estén de acuerdo con la exploración técnica y material que una investigación como esta requiere, y que también comprendan que sus futuras propiedades son contribuyentes ambientales, es decir, que sean conscientes de que las construcciones que encargan tienen mayor o menor impacto en el planeta.
Otro aspecto de las asociaciones entre oficinas o universidades, o ambas con industrias de la construcción, es el tiempo de investigación y creación de prototipos. Normalmente, los plazos son muy restrictivos para crear un material nuevo y respetuoso con el medio ambiente. Por eso la profusión de iniciativas parece tan significativa. A medida que se demuestra que los nuevos materiales tienen un rendimiento comprobado, su disponibilidad en el mercado podría servir para nuevos proyectos sin que ello implique necesariamente el desarrollo de un tipo de material para cada caso. La especificación de materiales sostenibles ya disponibles pero sin difusión comercial es también una actitud relevante para la propagación del concepto circular.
Aún así, la implantación de la circularidad debe respetar los contextos particulares. De la misma manera que las oficinas más grandes y con más recursos financieros pueden invertir más en investigación y creación de prototipos, los materiales sostenibles disponibles en el mercado suelen estar ubicados sociogeográficamente. No se puede comparar (o exigir) el desarrollo de materiales o edificios sostenibles o regenerativos en la misma proporción entre países del norte y del sur global. Para los países de este último grupo, que incluye a Brasil, quizás el desarrollo tecnológico ambiental sea más lento debido a la precariedad social. Se pueden utilizar otras estrategias –y que también deberían formar parte del arsenal de soluciones ambientalmente responsables para el Norte global– como el diseño de edificios que hagan uso de ajustes pasivos de temperatura y ventilación, o el uso de materiales locales y naturales, repensando el concepto mismo de lo que se entiende por duradero.
En definitiva, la arquitectura ambientalmente responsable se demuestra por lo construido: el edificio levantado, inserto en la ciudad, compuesto de materiales que le dan forma, textura, color. Sin embargo, hasta que se eleve el volumen en el sitio de construcción, estas especificaciones han pasado por la etapa de diseño, algo imaginado. Repensar el proceso de desarrollo de un proyecto significa repensar: tomar un camino de pensamiento diferente, considerando la construcción futura -en este momento, una idea- desde otras perspectivas. Aunque inmóvil (en el sentido de sin movimiento), se entiende como parte de un todo, por lo tanto activo (de forma pasiva o activa) en el ciclo de vida y muerte del planeta.
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